Cuando pensamos en la región más alta del planeta, imaginamos los Himalayas nevados y monjes budistas con túnicas rojas. Para algunos, el Tíbet puede sonar como una región increíblemente remota, pero aquellos que tienen la suerte de poder visitarlo descubrirán que las imágenes que tienen del Tíbet son correctas.
El Tíbet es realmente una región enigmática, un lugar para conectar con la naturaleza a un nivel más profundo, un lugar para contemplar el paso del tiempo.
Con una altitud promedio de 4900 metros, el Tíbet es conocido como el Techo del Mundo, y su punto más alto es el Monte Everest, que también es la montaña más alta de la Tierra, con 8848 metros de altitud. Hay catorce picos en los Himalayas con una elevación de más de 8000 metros, lo que hace de éste el sistema montañoso más alto del mundo.
La mayoría de los visitantes decide visitar el Tíbet por dos razones principales: la cultura mística del budismo tibetano y los impresionantes paisajes alpinos. El Tíbet es de hecho una región gigantesca, pero los visitantes no necesitan apartarse mucho de Lhasa para conocer algunos de sus principales puntos turísticos.
Situado en el centro de Lhasa y con vistas a la ciudad entera, el Palacio de Potala fue en tiempos la principal residencia del Dalai Lama y sigue siendo el edificio más magnífico e icónico del Tíbet. El Palacio de Potala guardó tesoros y reliquias religiosas y es, sin duda, una visita imperdible para todos los visitantes.
A unos 2 km del palacio de Potala se encuentra el Templo Jokhang, el lugar más sagrado del budismo tibetano. Siendo un importante lugar de peregrinación para todos los tibetanos, los visitantes pueden ver a muchas personas haciendo repetidas postraciones y rezando en la calzada frente al templo. Alrededor del Templo de Jokhang, la calle Barkhor constituye un circuito de 1 km flanqueado por casas tibetanas tradicionales, y es un buen lugar para observar y sumergirse en la auténtica atmósfera tibetana.
Para los visitantes que quieran ver más templos, el Monasterio Drepung y el Monasterio Sera son dos espléndidos templos ubicados en las afueras de Lhasa. Ambos pertenecen a los "Tres Grandes" monasterios de Lhasa.
A unas 2,5 horas en coche al suroeste de Lhasa, el lago Yamdrok Yumtso es uno de los tres lagos sagrados del Tíbet. Situado a una altitud de unos 4600 metros y rodeado de montañas cubiertas de nieve, el lago Yamdrok es famoso por sus misteriosas aguas azul turquesa y es considerado uno de los más bellos del Tíbet. El trayecto de auto de Lhasa hasta Yamdrok serpentea por el campo tibetano, con sus casas tradicionales, montañas y valles.
Los más aventureros pueden visitar el Campamento Base del Monte Everest, o Montaña Qomolangma, la más alta del mundo. A lo largo del camino, los visitantes pueden parar y visitar el Lago Yamdrok, el Glaciar Karola, el Monasterio Palkhor y la Estupe Kumbum en Gyantse, y el Monasterio Tashilhunpo en Shigatse. Además de estos increíbles lugares, el viaje en coche desde Lhasa hasta el campamento base del Monte Everest ofrece un paisaje alpino impresionante.
Tres días son normalmente suficientes para los visitantes que sólo quieren conocer Lhasa y los principales puntos turísticos que la capital tibetana y el área circundante tienen para ofrecer. Si desea visitar el Campamento Base del Everest y los puntos turísticos famosos a lo largo del camino, necesitará 4 días extras debido a las largas distancias. Si está planeando un viaje al Tíbet, vea los puntos turísticos y actividades más populares aquí y nuestros itinerarios más populares en el Tíbet aquí, o simplemente nos pida para personalizar un itinerario para usted.
Una cosa importante a tener en cuenta es que el aire en el Tíbet tiene un 40% menos de oxígeno, y la mayoría de los visitantes sufren de algún malestar debido a la altitud. Los síntomas incluyen dolores de cabeza, falta de aire y náuseas. Aunque la mayoría de los visitantes descubre que los síntomas son controlables y no afectan su viaje, algunos pueden presentar síntomas más graves. Los visitantes deben consultar a su médico antes de viajar. Mientras esté en el Tíbet, evite esfuerzos grandes y camine siempre a ritmo relajado.
Otra característica notoria del Tíbet son sus baños públicos. Aunque el gobierno está reconstruyendo algunos de los baños públicos del Tíbet para cumplir con los estándares modernos, los visitantes encontrarán la mayoría de los baños públicos bastante sucios, incluso los de las atracciones populares. Los baños son aún peores fuera de Lhasa. Una máscara puede ayudarle a lidiar con el olor en algunos de los peores lugares.
Aunque hay buenos hoteles en el centro de Lhasa, los hoteles pueden ser bastante básicos en áreas más remotas.
No recomendamos fotografiar policías o soldados en el Tíbet o en el resto de China, ya que esto puede causar problemas. En general, es mejor no fotografiar a las personas sin su permiso, y tenga en cuenta que algunos templos sólo permiten fotografías mediante el pago de una tasa.
Las temperaturas en el Tíbet pueden bajar mucho por la noche, incluso en verano. Manténgase caliente y vista ropa en capas. Un resfriado puede convertirse en una condición pulmonar más grave en las condiciones secas y de alta altitud de la meseta tibetana.
Durante el viaje beba bastante agua y mantenga bocadillos como frutas secas, nueces, chocolate, etc, para ayudar a recuperar rápidamente la energía perdida y combatir el cansancio. Es mejor no comer demasiado para evitar sobrecargar su sistema digestivo. Se recomienda evitar el alcohol y los cigarrillos y, en su lugar, comer vegetales y frutas. La deshidratación y la fatiga pueden causar o aumentar la enfermedad de la altitud y deben evitarse.
El sol es muy fuerte en la región de la meseta. Gafas oscuras y protector solar son esenciales para proteger los ojos y la piel, así como un sombrero de ala ancha. El clima es particularmente seco, por lo que debe usar loción y protector labial.
La dieta tibetana tradicional es simple, en gran parte limitada a la cebada, carne de carnero y yak, y productos lácteos, y no es para todos los gustos. Sin embargo, platos y métodos culinarios chinos se introdujeron en el Tíbet, por lo que es generalmente fácil encontrar platos chinos mientras se viaja en el Tíbet.
Siendo la capital del Tíbet y un destino turístico popular, Lhasa presenta buenos restaurantes y casas de té que sirven platos tibetanos, junto con platos chinos, así como algunos occidentales, como pizza, pastas, sándwiches, etc. Algunos platos locales que usted debe experimentar: carne de yak con verduras, macarrones tibetanos en caldo, momos y té de mantequilla de yak (té salado con mantequilla).
Si usted está viajando a zonas remotas en el Tíbet, puede ser difícil encontrar restaurantes de calidad o que sirven platos diversificados. Recomendamos llevar alguna comida, especialmente para viajes más largos.
Generalmente, de mayo a septiembre a mediados de octubre son las mejores alturas para visitar el Tíbet, ya que el clima es cálido y cómodo durante el día, y las noches son frías, pero no heladas. Además, los días son generalmente claros y las vistas de las montañas, incluyendo el Monte Everest, están en su mejor durante estos meses.
El verano, de julio a agosto, también es un buen momento para viajar en el Tíbet. Aunque esta es la estación lluviosa, la mayoría de las lluvias ocurre sólo al final del día o por la noche.
Para los visitantes que sólo quieren visitar Lhasa y el área alrededor, los meses de invierno, de noviembre a abril, también son una buena elección. La temperatura durante el día todavía es caliente y hay menos viajeros que en los meses más populares, aunque hay una caída acentuada en la temperatura durante la noche. Sin embargo, tenga en cuenta que el invierno no es adecuado para visitar áreas de mayor altitud, como el Campamento Base del Monte Everest o el lago Namtso, ya que las carreteras montañosas se vuelven intransitables.
Otra cosa a tener en cuenta al planear un viaje, es que el Tíbet está generalmente cerrado para turistas extranjeros por un cierto período cada año, generalmente en febrero o marzo, alrededor del año nuevo tibetano.
Es posible llegar al Tíbet a través de tren o avión partiendo de varias otras ciudades en China. Las rutas terrestres hacia el Tíbet desde las provincias de Sichuan o Yunnan están prohibidas a los extranjeros desde 2009.
El tren de Pekín a Lhasa lleva poco más de 40 horas, lo que significa pasar dos noches en el tren. Se suele decir que viajar en tren hacia el Tíbet da tiempo suficiente para ajustar a la alta altitud, ya que sube gradualmente. Como la mayoría de los viajeros tienen tiempo limitado, generalmente sugerimos a nuestros clientes volar a Lhasa y ajustarse a la altitud antes de ir a lugares más altos.
Todos los extranjeros que deseen visitar el Tíbet tienen que hacerlo con la ayuda de una agencia de viajes. Esta es la regla y no hay absolutamente ninguna excepción. Cada viaje al Tíbet debe organizarse con antelación.
La primera cosa que cualquier viajero debe hacer es obtener una visa de la embajada china en su país de origen. A continuación, la agencia de viajes solicitará el permiso especial de viaje al Tíbet. Sin esta autorización, no es posible embarcar en vuelos o trenes al Tíbet. El tiempo también es extremadamente importante. Los visitantes deben ponerse en contacto con una agencia de viajes al menos un mes antes, ya que la mayoría de los permisos tarda al menos 14 días en ser aprobada.
Los visitantes también pueden solicitar una visa china y una autorización de viaje al Tíbet en la embajada china en Kathmandu, Nepal. Una vez más, esto sólo se puede hacer a través de una agencia de viajes, pero los procedimientos son diferentes de viajar al Tíbet desde dentro de China.
Algunos viajeros pueden pensar que visitar el Tíbet es demasiado complicado, pero es importante recordar que la agencia de viajes se ocupa de prácticamente todos los documentos requeridos. Si tiene preguntas sobre el proceso o necesita más información, póngase en contacto con el equipo de The China Guide.